Tradición
La historia de esta empresa comienza en el año 1940, en una pequeña carnicería conocida entre sus clientes como la “Carnicería de Diego”.
En ella, su fundadora Doña Carmen, comienza a elaborar recetas sabrosas y cuidadas. Usando productos de la tierra obtiene distintas variedades de lomos y embutidos, tal y como se conocen en la actualidad.
Ese sabor tan inconfundible dado a sus productos lograba satisfacer hasta los clientes más exigentes. Con el tiempo, esta pequeña carnicería se vio obligada a seguir creciendo. Con sus hijos ya a la cabeza, se adaptaron a las necesidades del mercado. Siempre respetando la receta original y con el mismo cariño y dedicación que habían demostrado sus padres.
En este tiempo, la carnicería inicial, localizada en la plaza del pueblo y que aún se mantiene, se convierte en la Sociedad Embutidos y Jamones Hnos Pozo Sl. Constituida como sociedad por sus hijos varones, Francisco y Pedro Pozo, ha ido creciendo y ganando mercado.
Destacando la apertura de varias carnicerías en supermercados locales, la primera en el año 1995 y la segunda en el año 2010 y la construcción de una gran instalación productiva, que cuenta con tienda de venta al por menor, obrador de embutidos, secaderos, cámaras frigoríficas, sala de despiece y oficinas.
Este avance, les ha permitido ampliar el abanico de clientes por toda la geografía española, mantiendo su tradición y calidad, sin descuidar la zona local.
Así, se puede acceder a sus embutidos y jamones, tanto de forma directa en los puntos de venta ubicados en la localidad. Como también mediante venta online a través de esta página web, o mediante la red de distribución actual que abarca la zona de Granada, Almería, Murcia y la Costa Levantina.
Calidad
Parte del secreto de su sabor se debe a la materia prima utilizada, ya que todos los productos son elaborados con carne de cerdo criado en la zona.
Además, se sigue apostando por utilizar productos naturales de nuestra tierra, tales como la cebolla, pimiento, perejil…
Así, y dada la gran importancia que es para todos cuidar nuestra salud, se intenta lograr productos sin apenas conservantes ni colorantes. Recurriendo a componentes menos agresivos que garanticen la integridad del producto, mantiendo la tradición y calidad de los productos.
Por su parte, la tripa que envuelve el producto y que es clave en su sabor, se trata de material de gran calidad, cuyo tratado se adecúa a las normas de higiene y salubridad que operan en el mercado.
