El entorno es una condición necesaria e indispensable para obtener un buen producto. El ambiente y unas buenas instalaciones es determinante en la curación. Y en nuestro caso, Cúllar y sus alrededores cuentan con un microclima inmejorable que es aprovechado en nuestras instalaciones.
Esta localidad se sitúa en la zona norte del altiplano granadino, rodeada de la Sierra de Baza, Castril y la Sagra, cuya altitud y clima seco, aislado de humedad, contribuyen a alcanzar un SABOR PURO Y RECONOCIDO AL PALADAR que permite diferenciar cada uno de sus ingredientes. Sus fríos inviernos, contribuyen al buen mantenimiento del producto sin necesidad de recurrir a gran cantidad de medios artificiales de curación.
Actualmente, nuestras instalaciones cuentan con un gran secadero natural, donde se desarrolla todo el proceso de curación de nuestros jamones y embutidos.